Un viaje para no hacer nada.

Día 01

Todavía quedan lugares donde no hay turismo. No tienen grandes catedrales, apenas
bares y mucho silencio. Un lugar perfecto para no hacer nada y dejarte llevar por lo
que surja en el momento.
En la maleta apenas ropa pero llena de libretas, rotuladores, pinceles, libros, incluso el
portátil con su disco duro. Y por supuesto la cámara.
Al final te has leído dos artículos, has hecho dos dibujos en la libreta de viaje y no has
abierto el ordenador. Por que realmente has cumplido tu meta, no hacer nada.
El tiempo se ha llenado solo. Paseos, cafés pingados, carreteras bordeadas por
arboles y de fondo llanos salpicados de encinas.
Todavía quedan lugares donde las ciudades no son maquetas habitadas por turistas.
Alpalhão un pequeño pueblo del municipio de Nisa, Portugal. Podría decir que no es
bonito, pero tienen ese encanto de lo decadente, muchas casas vacías. Nada mas
entrar me fascinó su imponente deposito de agua, arquitectura rural con bonitas
ventanas y grandes chimeneas.

Al caer la noche , la oscuridad, las luces de las farolas, las sombras que envolvían
todo ese vacío.

Intentas tomar un café y no encuentras donde. Te sientas en bar frente a un campo de
futbol vacío. Te sorprende la luz, ya casi es de noche pero el cielo parece todavía
iluminado con un azul intenso que contrasta con blanco de las casas de fondo y la
iluminación del campo. Llegan dos o tres lugareños que han terminado la faenas del
campo o del ganado. Semblantes con facciones marcadas por la dureza de sus
tareas. Y extrañados por nuestra presencia, los turistas con la cámara en la mesa.

* Alpalhão es un pequeño pueblo del municipio de Nisa. Este municipio en Alto Alentejo se
encuentra en la llanura entre las montañas de São Mamede y el río Tajo y es conocido por
los beneficios de sus aguas termales, la calidad del queso tradicional y el trabajo en barro
y tela bordada procedente de las manos de los artesanos locales .
Cerca de Alpalhão, por una bonita carretera de dos direcciones y con bastantes
camiones. Te en encuentras en lo mas alto, un pueblo fronterizo, Marvao. Que te
recuerda a nuestra historia de litigios entre Portugal y España.
Este pueblo debe ser mas turístico. Aunque como era tan temprano no encontramos
prácticamente público. Amurallado con vistas espectaculares, muchas cuestas, un
castillo con su cisterna y bonitas iglesias con sus azulejos portugueses que me
fascinan.
A la vuelta paramos en Castelo de Vide

Día 2
En Portugal siempre madrugas por vas una hora por delante. En el desayuno
decidimos ir a Marvao, pueblo fronterizo, en lo alto de la montaña, blanco y piedra.
Era temprano y no había nadie. Tomamos café a los pies un paisaje
A la vuelta parada para tomar una sagres en Castelo de Vide había mercado una
plaza animada.

Día 3

Llovía e hicimos visita mañanera a Nisa, habíamos visto un cartel en la
carretera con este nombre y una señal de termas. El pueblo estaba vacío y las
termas cerradas.


https://www.turismoenportugal.org/castelo-de-vide
http://turismoenportugal.blogspot.com/2015/11/nisa-turismo-en-el-
alentejo.html#.XmFdqy1DnGI

Día 4.

El retorno